Ya han pasado unos cuantos años desde
que la marca de Iwata renovara en el mercado su apuesta máxima por la
velocidad y las prestaciones puras, la exitosa R1, con una reputación
muy bien ganada en los circuitos de velocidad. Pues bueno la marca ha
visto como la competencia renovaba sus motos insignias y finalmente la
flamante R1 estaba a la saga de sus competidores. Pero este año las
cosas cambiaron, pues la nueva y exquisita R1, más que una evolución es
una moto nueva, mejorada en todos los aspectos y con muchas
características heredadas de la competición.
Lo
primero que salta a la vista es la parte estética, y allí prácticamente
no hay punto de comparación con su predecesora; el cambio es total. El
frontal abandona las formas triangulares donde el centro del diseño eran
las luces para dar paso a un aire que recuerda a la M1, la moto oficial
de la marca en el motoGP, en donde las luces principales van casi
escondidas bajo el frontal de mirada rasgada, acentuada por las luces
led, las luces de giro ahora están integradas a los espejos que son
fijos y solo mueven las lunas, el carenado muestra con orgullo su
corazón, el colín es menos dramático, ya que abandonaron los escapes
dobles bajo el asiento, para pasar al convencional escape lateral.
Incluso los rines ahora son diferentes presentado 10 radios.
El
tablero ahora es completamente digital y con muchas funciones, mi
primera impresión fue el tablero de un fórmula uno actual, indica entre
otras cosas revoluciones por minuto, velocidad, marcha engranada,
gasolina en el tanque, consumos, tiempos de vuelta, odómetro total y
parciales, temperatura, control de tracción, mapa de potencia, reloj, y
nos detenemos acá para poder continuar, pero el listado sigue.
La
diferencia en electrónica es total, acorde a las tendencias actuales,
los frenos tienen intervención de ABS, hay diferentes opciones de mapas
de potencia, así como distintos niveles de intervención del control de
tracción, incluye incluso control de salida y gracias a un sensor
giroscópico también controla para no realizar “caballito” o levantar la
rueda delantera del suelo; esto sumado al QSS, el sistema de cambio
rápido. Desde luego que hay mucho más para detallar en la electrónica de
la R1, pero esperaremos a tenerla entre manos para contarles
En
el apartado de motor, su “crossplane” le aporta 200 caballos de
potencia a 13.500 vueltas, en tanto que el torque es de 112.4 Nm a
11.500 revoluciones por minuto. También está cargado de novedades entre
ellas bielas de titanio mecanizadas, los pitones son de mayor diámetro y
más livianos, básicamente es más ligero y de mayor resistencia que su
predecesor.
El chasis deltabox en
aluminio aporta rigidez y ligereza al conjunto, con una distancia entre
ejes de 1.405 mm es decir 10 mm menos que el modelo previo. La
suspensión delantera corre por cuenta una horquilla invertida de 43 mm y
120 mm de recorrido Kayaba en tanto que atrás es por brazo basculante,
es decir, suspensión por bielas. La R1 lista para apretar el puño
derecho pesa 199 Kilogramos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario