Yamaha R3, un placer conducirla.

jueves, 26 de noviembre de 2015
 Yamaha R3



Yamaha R3 Heredera de la genética de la familia R, pero adaptada a un uso más cotidiano.

La nueva integrante de peso ligero de la casa de Iwata, la Yamaha R3, se convierte ahora en el punto de entrada para los pilotos amantes de las supersport y una solución perfecta para aquellos riders que buscan ascender desde la pequeña R15 o desde máquinas similares de otros fabricantes. El tiempo vuela y hoy recordamos que hace solo un año Yamaha estaba anunciando que pronto tendría en las vitrinas una propuesta sport con un desplazamiento cercano a 320cc y estaría basada en el modelo YZF-R25, presentado en Indonesia en julio de 2014, pero con un chasis más ligero y mayor rendimiento; una combinación ganadora que ubicó de inmediato la R3 como uno de los modelos más competitivos en su clase. Al igual que su predecesora la R25, está diseñada con una personalidad deportiva, pero optimizada para el uso diario.

La serie YZF-R de Yamaha cuenta ahora con una amplia gama de modelos para satisfacer todos los gustos, empezando por la parte alta encontramos la súper-deportiva YZF-R1 (1000cc), siguiendo hacia abajo la YZF-R6 (600cc), YZF-R3 (321cc), YZF-R25 (250cc), YZF-R15 (150cc) y YZF-R125 (125cc) -no todos los modelos han llegado a nuestro país-. La fabricación de la nueva R3 se realiza en la planta de Yamaha Motor Manufacturing Indonesia, esto contribuye a mantener un precio bajo, eso sí construida con la misma atención a todos los detalles como en cada moto de la serie R


DISEÑO 


Esta nueva integrante de la familia R de Yamaha de bajo cilindraje, es bastante atractiva desde todos los ángulos que la miremos; cuenta con un carenado aerodinámico de líneas angulares, proyectado hacia adelante, muy similar a todas sus hermanas mayores, sobre la cúpula están los espejos retrovisores que por cierto no dejan ver cómodamente lo que pasa tras de uno; el toque deportivo al frente lo dan las farolas dobles que le imprimen una imponente mirada afilada. Los ajustes de las piezas plásticas son bien logrados, se nota el cuidado en los detalles y la forma tan precisa como estos encajan en el conjunto, no se percibió ningún sonido proveniente de ellos.

En la parte trasera el pequeño sillín puntiagudo le da una apariencia muy deportiva, sin embargo, a pesar que no la pudimos montar con acompañante, por sus dimensiones y el calibre del abullonado nos quedó muy claro que viajar con acompañante no es el fuerte de la R3, está mucho más pensada para que la disfrute el piloto solo. Pudimos ver en la página de Yamaha del Reino Unido que hay disponible un cover para este sillín, lo cual termina de redondear el concepto de moto deportiva de calle; igualmente se encuentra una variedad de otros accesorios como; sistemas de escape Akrapovič, pantalla cortavientos deportiva y ahumada, sliders, posapies, maletines para el tanque y el sillín del acompañante y porta placas, entre otros.

l cuadro de instrumentos es un diseño familiar, sin embargo, con un tacómetro análogo grande como elemento protagónico, encajado en él tenemos una pantalla digital que nos muestra el nivel de combustible, la hora y la temperatura; más a la derecha vemos otra pantalla digital monocromática de mayor tamaño en la que encontramos: velocímetro, marcha actual, odómetro y dos trips parciales.

Parte ciclo:
Un chasis tubular en acero tipo diamante muy bien logrado, desarrollado utilizando la última tecnología de análisis estructural le aporta esa rigidez a la R3. Es una motocicleta que por el manejo de las masas, el trabajo de ingeniería y su arquitectura, nos transmite en todo momento esas buenas sensaciones de una conducción deportiva, típicas de la familia R del fabricante japonés. El motor también cumple una función autoportante, con soportes fijos en la parte trasera y de goma en la parte delantera para ayudar a minimizar las vibraciones.
Suspensiones:
Adelante lleva un ahorquilla telescópica KYB, la cual desafortunadamente no es ajustable, y por consiguiente presentó un comportamiento muy lejos de los que esperábamos de esta sport respecto a lo que ofrecen otros modelos del mismo segmento. Es bastante suave y en ocasiones se percibe una oscilación que no nos permitió sentirnos cómodos al entrar duro en las curvas. En la parte posterior un monoamortiguador, solo ajustable en precarga, se encarga de mantener la Yamaha R3 sobre el asfalto. Aquí también extrañamos un mejor comportamiento, esperábamos algo más deportivo y preciso; sin embargo, hay que destacar la dualidad que incorpora, ya que en ciudad y en terrenos irregulares se comporta de manera muy destacable, no castiga la espalda del piloto, como otras deportivas, y mantiene la sensación de comodidad en todo instante, haciendo que soportemos largos periodos de tiempo sobre ella sin mayor fatiga
Las ruedas y frenos:
La R3 está montada sobre rines de aleación de 17 pulgadas, con gomas deportivas Michelin Pilot Street 110/70/17 y 140/70/17, estas tienen un grabado con buenos canales para drenar el agua en caso de lluvia. Son ideales para el uso diario tanto urbano como semiurbano y nos ofrecieron seguridad en la conducción. La potencia de frenado está encomendada adelante a un sistema de un solo disco, semiflotante con anclaje axial y prensa de doble pistón; en la rueda trasera igualmente tiene un solo disco, más pequeño, y prensa de un solo pistón; las líneas del líquido son convencionales. Es de destacar que solo la versión de color azul, tiene los rines del mismo tono azul y se le ven espectaculares, las otras dos los tienen en negro.

Motor:

El corazón de la Yamaha R3 es un potente motor DOHC de 4T completamente nuevo, con cilindros gemelos de 321 cc, 4 válvulas y refrigeración por líquido. Los pistones forjados en una aleación de aluminio-silicio, están descentrados en 7mm, lo cual según informa el fabricante mejora la potencia y la economía de combustible. Cuentan igualmente con la tecnología "DiASil Cylinder" (un desarrollo de un cilindro de fundición a presión, totalmente de aluminio con un 60% mejor rendimiento de refrigeración y un 30% más económico en la producción en comparación con un cilindro convencional). El cigüeñal está a 180 grados. La potencia la transfiere a la rueda por medio de una caja de 6 velocidades y presenta un silenciador corto en color negro y puntera en gris aluminio. Se siente muy bien ajustado y entrega la potencia de manera lineal en todo el rango del cuenta-
 revoluciones.

Comportamiento:

La unidad que tuvimos en prueba tenía 1.400 kilómetros de recorrido. Es una motocicleta que a pesar de tener un estilo deportivo, tiene una aposición de manejo que nos resultó cómoda gracias a las medidas y proporciones de la moto, es término medio, la posición de los posapies es ligeramente atrasada, pero conserva esa postura deportiva, el manilar está a una altura adecuada para la condición tanto en el uso de cada día hasta el trabajo o la universidad, ya para la pista habría que hacerle algún pequeño ajuste. Está maquina está más dirigía a pilotos de talla media, toda vez alguien de contextura gruesa y de gran estatura la va sentir algo pequeña, pero no incomoda.

Al encenderla escuchamos un motor suave, bajo en vibraciones, incluso en la parte alta del cuenta-revoluciones, bastante silencioso; el embrague es sutil al tacto, las marchas engranan dócilmente, sin sonidos extraños, y siempre tenemos potencia entre cada cambio; está muy bien lograda la configuración de la relación. La R3 entrega su poder de manera gradual y acorde con la apertura del puño del acelerador, es una potencia interesante, lineal, sobre todo en bajas y medias rpm, lo cual nos invita a seguir acelerando en todo momento. Es un propulsor bastante despierto y alegre, con una respuesta inmediata en bajas, y que deja un poco más para entregar en la parte alta del cuenta-revoluciones.

Los frenos se comportaron muy bien, adelante ofrece un comportamiento muy preciso al tacto y bastante eficiente, lo hace de manera progresiva, por otra parte el trasero no fue tan destacado, pero en conjunto hacen un buen trabajo deteniendo la moto. No cuenta con ABS.

Los ingenieros se esmeraron en conseguir una parte ciclo que obedece muy bien a las exigencias del piloto, el manejo de los pesos y la geometría están muy bien logrados, permitiéndonos afrontar las curvas consecutivas y cruzar con bastante agilidad; es una máquina liviana que transmite en todo momento esa sensación deportiva que lleva dentro, nos daban ganas de exigirnos más, trasmitiendo mucha confianza y seguridad en todo el recorrido. Por otra parte en la ciudad es ágil, con buena maniobrabilidad incluso en medio del pesado tráfico capitalino.

La posición de conducción no es tan exigente como una deportiva de mayor cubicaje, permitiendo al piloto disfrutar más el recorrido sin tanto esfuerzo físico. 
El conjunto óptico ofrece una buena intensidad sobre la vía, tanto en medias como en altas y desde atrás la luz del stop es bastante visible a pesar de su reducido tamaño. Las luces direccionales son convencionales.

Durante nuestro recorrido, casi todo el tiempo en carretera, alcanzó un consumo de 59.5 km/galón (con una exigencia cercana al 80%), cifra que nos sorprendió y que incluso nos llevó a revisar, pues pensábamos que algún error habíamos cometido, pero no, efectivamente no se destaca por ser económica en su consumo, sobre todo cuando se lleva en altas. La velocidad fue de 135 kms/hora a la altura de la sabana de Bogotá, cerca al municipio de Flandes, en el Tolima, y con una altitud de 285 msnm alcanzamos los 160 kms/hora.


Conclusiones:
Es una máquina que entrega muy buen poder en todo el rango, pero las suspensiones no heredaron esa genética deportiva de la grandes de la familia R, las cuales están un poco más optimizadas para la calle y el turismo en carretera, son suaves y de recorridos más bien largos, si se quiere usar en la pista, es mejor revisar esta configuración. Es una buena representante de la familia R, es rápida, tanto en la respuesta, como en la velocidad de fondo y muy divertida de conducir en carretera.


Satisfactorio:

Poder alegre en todo el rango del cuenta-revoluciones.
Cuerpo ligero para una mejor centralización de masas.
Motor suave y de bajas vibraciones.
Posee una maniobrabilidad estable y muy segura.

Por Mejorar:

El comportamiento de las suspensiones debería estar más acorde con la genética deportiva de la familia R, un poco más firmes.
Sillín algo incómodo para el acompañante, no tiene de donde sostenerse.
La ubicación de los espejos no permite una adecuada visibilidad hacia la parte trasera de la moto.
Precio: $16.650.000 / IVA incluido

 Escrito por Publimotos 

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