Con 76 AÑOS emprende su recorrido hacia alaska en una moto 250 CC.

lunes, 30 de marzo de 2015
 

Hola motolombianos, Carlos Giantomasi  con 76 años, recién jubilado y una moto Honda CB de 250 CC partió esta semana desde Río Tercero hacia Alaska, en su equipaje lleva un GPS, tres mudas de ropa, un computador portátil, una carpa y ropa térmica. Una aventura que, según estimó, le demandará unos seis meses. “Muchos lo intentan, pocos lo consiguen, espero lograrlo”, dice tranquilo y confiado.


Casado, con tres hijos y tres nietos, Giantomasi cuenta que nació en Italia y a los 9 años llegó a Argentina con sus padres. Se radicó en Río Tercero en 1966 y dedicó su vida laboral al rubro de las telecomunicaciones.
Carlos dio su primer gran paso uniendo en moto Río Tercero con Ushuaia, en 2010, recorriendo 12 mil kilómetros. Sus ganas lo llevaron luego sobre dos ruedas hasta el mítico Machu Picchu, en Perú, en 2012. También lo hizo hasta las playas de Camboriú.
“Hice 33 mil kilómetros entre los tres viajes (Ushuaia, Perú y Brasil)”, grafica con simpleza, relajado, sin alardes. Su fiel acompañante no es la moto más potente ni más sofisticada. Incluso no es nueva, sino modelo 1994. Carlos la valora: “Cómoda y liviana, pesa 170 kilos”.
Ahora, lanzado para llegar al extremo norte del continente americano, dice que transitará unos 50 mil kilómetros, entre ida y vuelta, recorriendo la costa del Pacífico y volviendo por la del Atlántico. Todo eso en moto, salvo apenas 80 kilómetros en ferry en un tramo entre Bogotá y Panamá. Según calcula, “serán unos 100 días efectivos de viaje, recorriendo unos 500 kilómetros por día”.
Aclara que el viaje más directo a Alaska representa unos 40 mil kilómetros, pero apunta que cuando llegue al extremo norte, planea estirar algo más el recorrido, para desviar hacia Canadá “y visitar amigos y familiares”.
Planifica viajar cinco días a la semana. “Lo haré sólo de día y descansando mediodía del sábado y todo el domingo”, aclara para los que le avisan de su edad. Destaca que dormirá en hoteles aunque “si surge algún lugar bonito” también la carpa será una opción.

Fondos

Costea el viaje con fondos propios: “Unos 15 mil dólares”, responde cuando se le pregunta si sabe cuánto necesitará. Casi no lleva dinero sino su tarjeta. Sin embargo, admite que es difícil realizar un cálculo porque “dependerá de las circunstancias que surjan en el viaje”.
En este punto, aprovecha para agradecer “a los amigos que colaboraron y al municipio local con dos mil pesos”.
La carga que lleva comprende “un GPS, tres mudas de ropa, algo para la moto, unanetbook , una carpa, elementos para la lluvia y un traje térmico conectado a una batería que da calor a las manos, la espalda y las piernas”, cuenta.
Para la odisea se preparó físicamente con “bici fija, pesas para fortalecer brazos y piernas y otros ejercicios”.
Agradece “no tener problemas de salud” y valora “el apoyo moral de amigos y de la familia”, para alentarlo en cada desafío.
No disimula su ansiedad ni su confianza. “Mi esqueleto dirá hasta dónde puedo llegar”, dijo horas antes de salir, sabiendo que su trayecto no es cosa menor.
Fuente: Mariela Martinez---www.lavoz.com.ar

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