Prueba Kawasaki KLX 150L, ágil y divertida en cualquier terreno.

domingo, 7 de diciembre de 2014
Kawasaki KLX 150L, la cual ha sido renovada con una estética heredada de las motocicletas de off-road

Piloto y texto, Juan Carlos Londoño - Fotografía, Leonardo Hernández
Las motocicletas doble propósito de Kawasaki, han estado siempre entre las favoritas de los motociclistas colombianos, quienes conocen muy bien las cualidades que la marca japonesa ha puesto a disposición de quienes han tenido la fortuna de poseerlas, es así como en los años 70’s se veían en las calles las legendarias KE125 Kamello, KV 100A Kavra y la Koyote; luego conocimos la familia KMX y las poderosas KDX con una genética un poco más enfocada para el off-road, pero desde entonces no teníamos una doble propósito de esta casa japonesa ensamblada en el país.
Auteco nos prestó para prueba las más novedosa doble propósito de la marca verde, se trata de la Kawasaki KLX 150L, la cual ha sido renovada con una estética heredada de las motocicletas de off-road, pero que se encuentra lista para ser usada en la movilidad diaria y además, ha sido diseñada pensando en la contextura del colombiano promedio, liviana, ágil, deportiva, lista para cualquier reto al que la quiera llevar.

Diseño:

Con un diseño muy limpio al mejor estilo del off-road, inspirado en la línea KX, el cual deja al descubierto la mayor parte de la estructura y del motor, la KLX 150L siempre parece estar lista para entrar en terreno destapado, ya sea entrando a la finca, metiéndonos en una trocha o ascendiendo esa montaña que tanto nos gusta; esto en parte gracias a los grandes rines que trae este modelo (ahora con 21 pulgadas adelante y 18 atrás) y las gomas con tacos, el conjunto por supuesto aporta no solo más altura sobre el suelo, sino mayor distancia entre ejes, permitiéndole sobrepasar cualquier obstáculo que se encuentre en el camino.
Cuenta con un tablero bastante básico, muy al estilo del off-road, cubierto por un pequeño carenaje el cual también enmarca la farola delantera, apropósito esta tiene un diseño bastante atractivo con líneas angulosas, y brinda un buen haz de luz en la noche. Por otra parte el robusto chasis de acero es una bien lograda combinación entre tubería rectangular en los laterales con caños redondos, lo cual no solo es estéticamente muy atractivo, sino que a su vez lo hace muy resistente y deportivo, dejando así esta Kawasaki lista para afrontar cualquier aventura, ya sea usándola como medio de transporte en el día a día, o cuando quiera sentir un poco más de adrenalina y se decida a dejar los caminos asfaltados para adentrarse en la aventura del off-road, el barro y hasta una conducción más deportiva. El exhosto es una pieza muy bien lograda y presenta una terminación con una la punta en un tono más oscuro que le aporta mucha clase y distinción, este se encuentra ubicado al lado derecho y genera un sonido que nos invita a abrir el acelerador.
Las líneas de los guardabarros son afiladas, sobre todo el trasero que es corto y recto, bajo el cual está la imponente luz de stop y una extensión a amanera de guardapolvo, para evitar las salpicaduras del pantano o la lluvia. Lleva una pequeña bolsa para guardar los guantes o algo de herramienta sobre la parte trasera. El sillín dúo tono inspirado en la línea KX, se monta sobre el depósito de combustible y es algo duro para el piloto y parece no muy cómodo para un acompañante.

Comportamiento:

En cuanto al comportamiento esta motocicleta cuenta con un motor de 144 cc refrigerado por aire y una caja de marchas cortas, la KLX 150L logra un empuje constante, con una buena respuesta desde abajo haciendo de la conducción un tema muy agradable, tuvimos la oportunidad de rodarla durante unos 120 kilómetros, incluyendo un trayecto en destapado por una carretera de penetración y siempre encontramos potencia suficiente para sobrepasar vehículos y ascender por las colinas, aunque en ocasiones el neutro se tornó algo difícil de encontrar luego de estar caliente. Las suspensiones son largas y bastante cómodas, ni muy duras ni muy blandas, adelante horquilla telescópica y atrás lleva suspensión UNI-TRAK ajustable en precarga, apoyada en bieletas. Por otro lado el sistema de frenos, con discos en ambas ruedas, es contundente y detienen la moto sin mayores sobresaltos cuando son exigidos.
El kit de arrastre se nota que está pensado para el uso en la ciudad y la carretera, permitiendo lograr más fondo, más que un gran torque, como se necesitaría en el off-road.
Por otro lado el depósito de combustible el cual es algo pequeño, solo 1.8 galones, lo que no le otorga una gran autonomía, sin embargo durante nuestro recorrido por los alrededores de Bogotá logramos un consumo promedio de 125,4 k/galón, manteniendo el acelerador abierto durante gran parte de camino. Es importante tener en cuenta que el consumo de combustible depende de muchas variables entre ellas: los hábitos personales de conducción de cada piloto, el peso de mismo, las condiciones del clima como la brisa, y la lluvia, las características del terreno recorrido (la cantidad de terreno plano, en ascenso y descenso), la altitud (teóricamente por cada cien metros sobre el nivel del mar se disminuye en 1% el rendimiento), así como el tráfico y la velocidad, entre muchas otras variables.

Galería de Fotos


No hay comentarios:

Publicar un comentario